Ruta por caminos anchos y rápidos excepto en la bajada de Montebatres que bajamos por trialeras y anduvimos patinando sobre la bicicleta para mantener el equilibrio, debido a la masilla de barro en la zona más baja. Continuamos por camino a El Alamo, desde el río Guadarrama nos topamos con una tormenta de agua y viento hasta llegar al pueblo. Merecido avituallamiento para volver a casa con fuerzas y esta vez acompañados de un sol radiante.
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