Hacía mucho tiempo que no disfrutábamos de un día primaveral en la sierra. Ruta con buena kilometrada, pistas, caminos, senderos y como punto final subida al telégrafo. Paisajes preciosos, riachuelos rugiendo en las cascadas y el sol apretando. Que más se puede pedir para una mañana de domingo. Ah, varias caídas y como no, bocadillo de jamón y cerveza, aderezados con dulces típicos de Navalcarnero.
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