Comenzamos la ruta modificando el trazado, pero no los destinos. Seguimos así toda la mañana inventando caminos nuevos y otros sin explorar, jajajajaja. El terreno muy seco y peligroso pues las rodadas y surcos esperaban nuestras caídas. La mañana acompañó para dar pedales y mostrar nuestras ganas. Muchos sube y baja para romper las piernas y al final todos cansados. Alguna que otra caída espectacular con chichón incluido, son gajes del oficio MTB.
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