Después de la lluvia caída durante todo el sábado y la madrugada del domingo más de uno pensó quedarse en cama, pero los primeros rayos de sol entraron el domingo por la ventana y no pudimos resistir la tentación. Sorpresa, muchos socios preparados para afrontar los caminos. Realizamos la ruta completa pero siempre mirando el cielo, algunos en Villanueva de la Cañada se hicieron "caquita" y dieron media vuelta. El resto continuamos hasta Quijorna y terminamos la ruta con alguna que otra zona embarrada, aunque pocos charcos para tanta lluvia. Todos contentos, cansados y con las piernas completamente vacías.
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